El Por qué Pierdes y Recuperas Peso tiene fácil explicación, pero pocos son los que logran ver la realidad, cegándose en querer bajar de peso y perder grasa con algún fin, ya sea para lucir en el verano, o para ir más guapos a algún evento tipo boda, etc.
Inspirados por la clásica fábula de la tortuga y la liebre, quizás podríamos hallar en sus lecciones infantiles la sabiduría necesaria para poner fin a las largas y cansinas batallas contra la fluctuación de peso que muchos sufren. La premura y la imprudencia suelen ser malos consejeros en esta travesía.
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En el mundo de las dietas, se glorifican los cambios rápidos, pero ¿a qué costo? ¿Por qué Pierdes y Recuperas Peso?
Aunque hay descubrimientos científicos que advierten que una pérdida de peso acelerada puede desencadenar reacciones metabólicas adversas, predisponiéndote a un regreso inesperado de los kilos perdidos, a menudo de manera desalentadora, mi larga experiencia me ha hecho ver que efectivamente las dietas NO son sostenibles en ninguna persona, salvo que esté a dieta estricta de por vida.
Como siempre digo a mis alumnos, aprender de las dietas para poder coger buenos hábitos en vuestra alimentación, pero sabiendo que en cuanto volváis a vuestra «normalidad» (comiendo de todo, incluyendo lo que sabéis que no deberíamos tocar), recuperaréis vuestro peso y, además, con algún extra… y a más edad, más kilos extra.
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ESTUDIOS
Un estudio revelador examinó a los participantes de «The Biggest Loser» seis años después de su paso por el programa. La sorpresa no fue tanto que muchos recuperaron su peso corporal, sino que algunos, incluso al regresar a su peso original, experimentaron un metabolismo que quemaba 500 calorías menos al día que antes del inicio del programa. Este fenómeno ilustra claramente los riesgos de una pérdida de peso demasiado abrupta.
Sin embargo, aún hay luz al final del túnel. Tu metabolismo no está irreparablemente dañado tras dietas severas, simplemente requiere un enfoque más gradual y consciente hacia la meta deseada.
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Un estudio realizado en la prestigiosa Clínica Mayo demostró que las personas que adoptaron un enfoque más pausado perdieron 8 a 10 kilos en un lapso de 4 meses, sin experimentar la desaceleración metabólica que aquejó a los participantes en enfoques más rápidos.
Al dirigir un programa donde se recalibraron las expectativas, promoviendo un enfoque más realista y sostenible, se observaron resultados notables. En lugar de obsesionarse con resultados instantáneos en la báscula, el objetivo era mantener un ritmo constante de una libra perdida cada dos semanas. La sorpresa fue que, liberados de la presión y el estrés asociados a las expectativas poco realistas, los participantes superaron ampliamente las metas establecidas, con una pérdida promedio de 1 a 1,5 kilos cada dos semanas, e incluso algunos alcanzaron la impresionante marca de 12 a 15 kilos en solo unos pocos meses.
Este enfoque permitió que las personas siguieran el plan con mayor facilidad, desarrollaran hábitos saludables y, lo más importante, mantuvieran los resultados a largo plazo.
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En resumen, mientras que los enfoques extremos y las promesas de pérdida de peso rápida pueden parecer tentadores, es importante comprender que suelen ser ilusiones efímeras que, a la larga, pueden dejarlo en una situación peor que cuando comenzó.
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