Mantener un sistema inmunológico saludable siempre ha sido importante, pero durante la pandemia esto se ha convertido en la máxima prioridad para que tú y todos los que te rodean estén saludables. En este artículo te mostrmos los alimentos que ayudarán a fortalecer tu sistema inmunológico con fuentes naturales.
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¿Quién necesita un refuerzo inmunológico?
Los signos de un sistema inmunológico debilitado
Nuestro sistema inmunológico se encarga de defender nuestro organismo de invasores y patógenos que pueden provocar enfermedades. Dichos patógenos pueden ser bacterias, virus, parásitos y cuerpos extraños que afectan las funciones normales de nuestro cuerpo, que luego son combatidos por nuestro sistema inmunológico.
Aunque un sistema inmunológico fuerte no significa necesariamente que nunca nos enfermaremos, sí nos ayuda a reducir la gravedad de los síntomas y evitar complicaciones. En general, una vez que el cuerpo ha producido un anticuerpo para combatir un patógeno específico, una copia de ese anticuerpo permanece en el cuerpo, por lo que, si el virus o la bacteria vuelven a aparecer, se puede tratar más rápidamente.
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Síntomas de un sistema inmunológico débil
Tener siempre un resfriado:
Un resfriado (o gripe) es una enfermedad normal con la que todos tenemos que lidiar dos o tres veces al año, por lo que en sí no es motivo para preocuparse o asumir que el sistema inmunológico está débil. Pero una vez que se vuelve demasiado frecuente o dura más de 10 días, podría ser una señal de que tu sistema inmunológico necesita un refuerzo.
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Infecciones frecuentes:
Dado el papel que desempeña en la lucha contra las infecciones, tener que luchar constantemente contra ellas es una clara señal de que algo no va bien con nuestro sistema inmunológico. Algunas de las infecciones más comunes son neumonía, meningitis, bronquitis, infecciones de la piel, infecciones de oído o sinusitis crónica. No olvidemos que las complicaciones de cualquiera de estas infecciones pueden tener consecuencias terribles para nuestra salud, por lo que es importante prestar atención a los signos.
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Te sientes cansado todo el tiempo:
Cuando el sistema inmunológico está luchando, también lo hace tu nivel de energía. Si duermes lo suficiente pero aún sientes la necesidad de tomar una siesta ocasional o te sientes cansado durante el día, es posible que debas revisar tu sistema inmunológico: podría ser una señal de que tu cuerpo entró en «modo de ahorro de energía» para concentrar esa poca energía en combatir los gérmenes y así dar apoyo a un sistema inmunológico débil.
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Las heridas se curan lentamente:
El sistema inmunológico también desempeña un papel en la curación de las heridas. De hecho, la piel es la primera capa de defensa contra patógenos externos. Cuando tu piel se quema, raspa o corta, el cuerpo envía sangre rica en nutrientes y células inmunes sanas para comenzar a curar la herida y apoyar la regeneración de la piel; un proceso que no puede ocurrir cuando tienes las defensas bajas.
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Problemas digestivos:
Los estudios muestran que la mayor parte del sistema inmunológico se encuentra en el tracto digestivo para poder combatir los diferentes patógenos que pueden ingresar al cuerpo a través de los alimentos que consumimos. Además, las bacterias buenas y los microorganismos que viven allí protegen el intestino de los virus, la inflamación crónica y otros trastornos autoinmunes. La diarrea frecuente, los gases o el estreñimiento pueden ser consecuencia de un sistema inmunológico débil.
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¿Qué debilita el sistema inmunológico?
1. Falta de sueño:
¿Alguna vez te preguntaste por qué el médico recomienda descansar para casi todo? Mientras duermes, el cuerpo libera proteínas llamadas citocinas, que apoyan el sistema inmunológico y lo ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Además, no dormir te hace propenso a contraer más virus y gérmenes; por lo tanto, no solo el cuerpo corre más riesgo de ser atacado, sino que también carecerá del apoyo inmunológico para defenderse.
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2. Falta de ejercicio:
El ejercicio es una de las mejores formas de estimular el sistema inmunológico de forma natural. La razón es que el ejercicio aumenta la frecuencia cardíaca, lo que ayuda a que la sangre circule por el cuerpo de manera más eficiente, lo que ayuda aún más a las células inmunitarias a llegar a las áreas de riesgo.
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3. Estrés:
Las personas que sufren de estrés y ansiedad constantes son propensas a enfermarse constantemente, ya que estos factores pueden debilitar el sistema inmunológico muy rápidamente, dificultando la lucha contra los virus y las infecciones.
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4. Nivel bajo de vitamina D:
Una de las funciones más importantes que desempeña la vitamina D en el cuerpo es mantener un sistema inmunológico fuerte. Enfermedades comunes como la gripe pueden ser signos de niveles bajos de vitamina D, y diferentes estudios han demostrado cómo su deficiencia está relacionada con problemas respiratorios como resfriados regulares, bronquitis y neumonía.
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5. Pocas verduras y frutas:
Además del ejercicio físico regular, una nutrición saludable es una excelente manera de fortalecer el sistema inmunológico. Las frutas y verduras ayudan al cuerpo a producir glóbulos blancos (células inmunitarias); al mismo tiempo que ayudan a reducir el porcentaje de grasa corporal, lo que puede reforzar aún más tu respuesta inmunológica.
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6. Fumar:
Los químicos presentes en el tabaco, los cigarrillos e incluso los cigarrillos electrónicos inhiben la función inmunológica del cuerpo.
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7. Alcohol:
Una noche bebiendo grandes cantidades de alcohol ralentiza la capacidad del cuerpo para combatir gérmenes y virus incluso durante 24 horas, por lo que las personas que beben con frecuencia (más de una o dos bebidas al día) tienden a enfermarse constantemente.
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Los mejores alimentos para estimular el sistema inmunológico
1. Yogur:
El yogur griego natural es una gran adición a cualquier dieta debido a su alto contenido de proteínas en comparación con el yogur normal. Pero es especialmente importante cuando se trata de ayudar al sistema inmunológico y mejorar la salud intestinal, gracias a su contenido de probióticos (responsables de apoyar a las buenas bacterias que combaten las enfermedades). El yogur también puede ser una gran fuente de vitamina D, lo que estimula aún más el sistema inmunológico de forma natural.
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2. Frutas cítricas:
Frutas como toronjas, naranjas, clementinas, mandarinas, limones y limas son imprescindibles si el objetivo es mejorar la respuesta inmunológica. Contienen altas cantidades de vitamina C, que aumenta la producción de glóbulos blancos, y que son claves para combatir infecciones. Son especialmente recomendados para prevenir resfriados.
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3. Arándanos:
Son una excelente fuente de antioxidantes (moléculas que ayudan al cuerpo a combatir los radicales libres). Los radicales libres son átomos inestables que causan daño a las células y dan como resultado enfermedades y dolencias, o un simple deterioro, acelerando así el envejecimiento. Los antioxidantes que se encuentran en los arándanos son especialmente útiles para prevenir el resfriado común, mejorar la apariencia de la piel y reducir los signos del envejecimiento.
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4. Sopas limpias:
Las sopas calientes bajas en grasa como la sopa de pollo son un remedio casero tradicional cuando alguien está pasando por un resfriado, no solo por su agradable sensación de calor que viene bien para un día en la cama, sino también por su efecto antiinflamatorio. Ayudan a combatir la inflamación en el tracto respiratorio asociada con el resfriado u otros virus e infecciones.
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5. Brócoli:
El brócoli es uno de los súper vegetales cargados de vitaminas y minerales que son importantes para la salud en general. Contiene vitaminas A, C y E, además de fibras dietéticas y muchos antioxidantes. Es importante cocinarlo lo menos posible para que conserve sus beneficios para la salud, lo que hace que cocinar al vapor sea la mejor manera de cocinarlo antes de ponerlo en el plato. Los componentes químicos de este vegetal también ayudan a activar los genes antioxidantes y las enzimas en células inmunitarias específicas.
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6. Repollo:
Al igual que las frutas cítricas, el repollo es una gran fuente de vitamina C y los beneficios para la salud inmunológica asociados. El repollo también se une al grupo de poderosas verduras crucíferas como el brócoli, la col rizada y las hojas de berza, con poderosos antioxidantes para combatir las infecciones. Puede ser útil para prevenir el resfriado común y también para preparar el cuerpo contra enfermedades más graves o peligrosas.
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7. Pimiento rojo:
Este tipo de pimiento es otra alternativa a las fuentes de vitamina C; de hecho, una onza de pimientos rojos contiene hasta tres veces la cantidad de vitamina C presente en una onza de naranjas. Los pimientos también contienen betacaroteno que, una vez que el cuerpo lo procesa y lo transforma en vitamina A, ayudará a promover la salud de los ojos y la piel.
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8. Espinaca:
Hablando de betacaroteno, la espinaca es una gran fuente de este pigmento y también es rica en vitamina C. Esta bomba de antioxidantes es uno de nuestros mejores aliados para combatir infecciones y estimular nuestro sistema inmunológico, y también está repleta con fibra que ayuda a regular nuestro sistema digestivo. La espinaca no solo ayuda a prevenir el resfriado común, sino que también ayuda a reducir los síntomas cuando estamos enfermos.
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9. Ajo:
El ajo ha sido una de las alternativas para curar a las personas con un resfriado común durante décadas, como resultado de su alta concentración de compuestos que contienen azufre y otras propiedades de refuerzo inmunológico. También se cree que el ajo ralentiza el endurecimiento de las arterias, lo que facilita el transporte de las células inmunitarias y la distribución de nutrientes en el cuerpo.
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10. Jengibre:
Aunque no podemos ir tan lejos como para sugerir que el té de jengibre evitará que nos enfermemos, tener el hábito de beber té de jengibre es una excelente manera de darle al sistema inmunológico el impulso diario que necesita. El jengibre ayuda a reducir la inflamación y es muy útil para reducir los síntomas del resfriado común, como el dolor de garganta.
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11. Semillas:
Fósforo, magnesio y vitaminas B6 y E son algunos de los beneficios de diferentes semillas como las de girasol. De estos, la vitamina E es especialmente importante para un sistema inmunológico más fuerte y, además, el selenio presente en una onza de este tipo de semillas es casi la mitad de la cantidad diaria que necesita un adulto normal para cosechar sus beneficios.
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12. Miel:
La última adición a ese té matutino que estimula el sistema inmunológico. Jengibre, limón y… ¡miel! Además de aliviar el dolor de garganta y calmar los síntomas de un resfriado, la miel también funciona como un antibacteriano y mata los gérmenes en el cuerpo que podrían enfermarte en primer lugar. La miel es un alimento preventivo y remedio que puedes agregar de manera segura a cualquier lista de compras para estimular el sistema inmunológico.
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FUENTE: BIOTECH USA
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