La Importancia de los Antioxidantes

Que importante es incluir en nuestras dietas alimentos antioxidantes que nos ayuden a cuidar la salud de nuestras células y del sistema inmunológico… Muchos se preguntarán qué les sucede a nuestras células: ENVEJECEN a causa de varios factores, como puedan ser el sol, el ejercicio, el propio oxígeno que respiramos, la contaminación, el tabaco… y tenemos a nuestra disposición de algunos alimentos que nos protegen frente a los radicales libres que causan este proceso de envejecimiento, de algunas enfermedades, y además hacen mas fuerte a nuestro sistema inmunológico.

10 alimentos antienvejecimiento

¿Y qué son los Radicales Libres que tanto daño nos puedan hacer?
Son células incompletas que les faltan electrones y buscan estabilizarse dañando, como consecuencia, a otras células sanas, desestabilizándolas y reaccionando en forma destructiva en nuestras células, convirtiéndolas también en radicales libres.
 
Así se oxidan las células de nuestro organismo, lo que provoca su degeneración y que su vida se acorte (de ahí el envejecimiento prematuro). La mayoría de los radicales libres son inestables y químicamente muy reactivos.
 
Hasta el momento no se ha hallado una terapia efectiva que consiga detener el proceso de oxidación a nivel celular, pero sí hay avances en torno a los estudios de los antioxidantes que bloquean el efecto dañino de los radicales libres y entre ellas destacan algunas vitaminas, minerales, colorantes naturales y otros compuestos de vegetales y enzimas que produce nuestro propio cuerpo.


Efectos de los radicales libres en nuestra salud.antioxidantes.
 
* En una de las partes donde más se manifiesta es en la piel, provocando un envejecimiento prematuro. Ello es debido a que los radicales libres tienen efectos nefastos sobre el colágeno, la proteína que ayuda a mantener la firmeza y la elasticidad de la piel.
El resultado es sequedad, falta de elasticidad y aparición temprana de arrugas y líneas de expresión.
 
* También manifiestan problemas en el sistema cardiovascular , favoreciendo la aparición de arterioesclerosis por el endurecimiento de las paredes arteriales.
 
* Problemas en el sistema nervioso: el impulso nervioso se ve disminuido, al igual que los reflejos, la memoria y el aprendizaje, si disminuye la irrigación sanguínea a nivel del sistema nervioso se puede llegar a padecer demencia senil.
 
* Existe un incremento del riesgo de desarrollar tumores: debido a la acción de los radicales libres sobre los genes.
 
En líneas generales existen más de 200 enfermedades ligadas a desequilibrios entre antioxidantes y radicales libres, entre ellas, ciertas patologías cardiovasculares, el cáncer, las cataratas, la degeneración muscular asociada a la edad y ciertos problemas articulares.
 

¿Qué es lo que provoca este aumento de radicales libres?
Varias razones, como por ejemplo la exposición al humo del tabaco, el consumo de alcohol, una inadecuada exposición al sol, el ejercicio físico intenso, el estrés físico o el emocional, algunos medicamentos, el exceso de grasas saturadas y dietas altas en azúcar pueden generar una cantidad mayor de radicales libres que la necesaria, y entonces éstos, “fuera de control”, atacan nuestras células, las dañan y, a su vez, las convierten en nuevos radicales libres, de modo que se produce una reacción en cadena.
 
El daño de las células de nuestra piel hace que envejezcan, y el daño de los glóbulos blancos debilita el sistema inmunológico.


Clases de antioxidantes naturales y alimentos antioxidantes que los contienen.
La Allicina es la sustancia química que proporciona al ajo su aroma y sabor característicos y según han demostrado distintas investigaciones, destruye no sólo células cancerosas sino también las de microbios causantes de enfermedades.
 
Antocianos: Son pigmentos hidrosolubles presentes en las bayas de algunas frutas, especialmente en las que presentan un color azul-púrpura como en el mirtilo, Uva, Cerezas, arándanos Kiwis, grosella, ciruelas… entre 200 más.
 
Carotenoides: Son sustancias naturales precursoras de la Vitamina A. Las encontramos en los pigmentos de las hortalizas, sobre todo en las zanahorias, los tomates y las verduras verdes. Intervienen en el metabolismo de los epitelios, la piel, las mucosas, la retina y el tejido óseo.
 
Catequinas: El té verde según las últimas investigaciones es clave por su alto contenido en catequinas y polifenoles, que actúan como antioxidantes y activadores del metabolismo.
 
Vitamina C: es necesaria para la formación de colágeno y para la cicatrización de heridas. También es un potente antioxidante y participa en los mecanismos de inmunidad ante las infecciones. Se obtiene principalmente de las frutas cítricas y los vegetales.
 
El Ácido Alfalipoico, al que con frecuencia se califica como “antioxidante ideal” debido a que elimina varias especies de radicales libres, ofrece protección dentro y fuera de las células, sobre todo porque potencia el efecto de los demás antioxidantes. Sus principales fuentes son el hígado, las espinacas, los cereales integrales y la levadura de cerveza.
 
Vitamina E: protege al organismo contra los efectos del envejecimiento, eliminando los radicales libres que causan la degeneración de los tejidos. Los aceites vegetales (de soja, girasol y maíz) y), los frutos secos, las semillas y los cereales (destaca el germen de trigo) son los alimentos más ricos en vitamina E.
 
Coenzima Q-10: Mucho más que un antioxidante, pieza clave del metabolismo celular. Se ha comprobado una gran similitud entre las propiedades antioxidantes de la vitamina E y las de la coenzima Q-10, que juega un muy importante papel en la generación de energía celular, y a su vez es un estimulante inmune, mejora la circulación y ayuda a proteger el sistema cardiovascular.
La encontramos en cacahuetes, aceite de soja, pescado, sardinas y cacao .
 
Selenio: Es un oligoelemento que interviene en el metabolismo de los tejidos elásticos y conjuntivos. Además de esto, mejora el aporte de oxígeno al músculo cardíaco, colabora en la síntesis de las postaglandinas y mantiene la elasticidad de los tejidos, retrasando de este modo el envejecimiento. El origen del selenio lo hallamos en alimentos como el germen de trigo, el salvado, los pescados azules, el ajo y los productos lácteos.
 
El Cobre potencia el sistema inmunológico, participa en la formación de enzimas, proteínas y neuro-transmisores cerebrales. Es anti inflamatorio y bactericida. Facilita las síntesis de colágeno y de elastina, imprescindibles para la piel y el buen estado de los vasos sanguíneos, los cartílagos y los pulmones. Ayuda a fijar el calcio y el fósforo y es fácil hallarlo en el hígado, pescado, marisco, cereales completos y vegetales verdes.
 
Los antioxidantes se complementan unos a otros en su mision de combatir los radicales libres, por lo que se necesita la accion conjunta de varios para mayor eficacia.
 
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa, y no sustituye a ningún tratamiento ni consejo médico.

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