Muchos son los que a día de hoy siguen pensando que si se suda, se pierde grasa, como si la grasa se pudiese derretir y expulsar en forma de sudor. Pero en realidad, ¿Sudar equivale a Perder Grasa? La respuesta es NO, y aquí os daremos una explicación para aquellos que aún piensen que SÍ.
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El sudor puede ser una indicación de un ejercicio intenso que sí puede ayudarnos a quemar grasa. O simplemente podría ser una reacción a un día especialmente caluroso o húmedo.
Sea como sea, la sudoración NO QUEMA GRASA, sino que ayuda a regular la temperatura del cuerpo.
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El ejercicio de alta intensidad te puede hacer sudar. Esto puede hacerte quemar calorías significativas, muchas de las cuales pueden provenir de la grasa. Pero obligarse a sudar más trabajando en condiciones de calor o vistiendo ropas pesadas, no provocará una pérdida de grasa adicional.
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¿Qué es el Sudor?
El sudor es la reacción del cuerpo cuando su temperatura central excede los 98.6 grados Fahrenheit. En un esfuerzo por mantener la temperatura preferida del cuerpo, el cerebro activa las glándulas sudoríparas en la piel.
Cuando sudamos, el cuerpo comienza a perder agua junto con sales, azúcar y pequeñas cantidades de los productos de desecho creados durante la descomposición de las proteínas (residuos). Entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas en el cuerpo liberan sudor para refrescarse.
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Algunas personas sudan más que otras, incluso en las mismas condiciones. El nivel de temperatura y humedad influye en el índice de sudor, pero también lo hace la genética, sexo, edad y nivel de condición física.
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Cuando la humedad en el sudor se evapora de tu piel, te refresca. Sudas más en calor y humedad, pero eso no significa que estés quemando más calorías o grasa. Simplemente significa que tu cuerpo tiene que liberar la transpiración para bajar la temperatura de tu cuerpo.
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Las personas más grandes tienden a sudar más porque tienen una mayor cantidad de masa corporal para enfriarse. Las personas más aptas también tienden a sudar más, pero esto se debe a que su sistema de enfriamiento es especialmente eficiente, lo que les da la capacidad de trabajar más durante más tiempo.
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¿Cómo quemar la Grasa?
La grasa técnicamente NO se quema ni se derrite. Se libera de las células de grasa para proporcionar energía a tu cuerpo.
Tu cuerpo descompone la grasa en dos partes, ácidos grasos y glicerol, que luego se metabolizan. Mientras más energía necesites, más extraerá tu cuerpo de tus células de grasa.
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La función corporal que hace que uses grasa para la energía funciona independientemente de la que te hace sudar. Hacer ejercicio de forma intencionada en un ambiente cálido o húmedo no significa que estés trabajando más arduamente para quemar más grasa. Simplemente harás elevar la temperatura de tu cuerpo hasta un punto que te induce a sudar más.
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Trabajar duro en condiciones cálidas y húmedas en realidad puede ser peligroso. Usar sudaderas u otras prendas de abrigo también puede incitarte a sudar más, pero no te hará perder grasa más rápido que alguien con pantalones cortos y camiseta corta. Simplemente te hará sudar antes y posiblemente perderás más peso de agua, no grasa.
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La Relación entre un Entrenamiento Sudoroso y la Quema de Grasa
El sudor no quema más grasa, pero puede ser una indicación de que estás trabajando duro. Mientras más intensamente trabajes, mayor será la temperatura interna de tu núcleo, lo que provocará que la transpiración te refresque.
Si tu sudor es el resultado de un entrenamiento duro, y no de la temperatura externa, es probable que uses energía y quemes grasas. Sentarte en una playa en un día de 100 grados no requiere mucha energía y el cuerpo no usa cantidades notables de grasa.
Tú sudas porque solo necesitas una termorregulación seria. Cuando trabajas duro en temperaturas frías, como correr un maratón de invierno, aún quemas grasa incluso si tu cuerpo no suda tanto como para refrescarte.
Los entrenamientos que no te aconsejan sudar mucho también son beneficiosos. El yoga, el pilates y los estiramientos mejoran el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza del centro, pero es posible que no te hagan sudar. Todavía estás construyendo un cuerpo más fuerte y funcional.
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Sudor y Pérdida de Peso
Puedes notar que después de una sesión de empapamiento de camisa, el número en la báscula ha disminuido. No has perdido unos pocos gramos de grasa, pero sí has perdido una buena cantidad de líquidos. Debes reemplazar ese peso perdido con agua o una bebida deportiva para evitar la deshidratación. Si comienzas un entrenamiento deshidratado, es posible que tampoco sudes de manera eficiente.
Tu cuerpo aumenta de temperatura, pero no puedes enfriar el cuerpo de manera efectiva. Esto se traduce en una menor capacidad de rendimiento y es por eso que la hidratación es fundamental para el éxito del ejercicio.
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El American Council on Exercise recomienda que se consuma medio litro de agua dos o tres horas antes de comenzar un gran entrenamiento. 250 ml de agua justo antes de hacer ejercicio. 250 ml cada 20 minutos durante el ejercicio. Y otros 250 ml dentro de los 30 minutos de completar la sesión.
Pésate antes y después del entrenamiento también. Cuando la balanza dice que has perdido peso notable inmediatamente después de un entrenamiento, bebe de 400 a 700 ml de agua para reemplazar cada gramo que hayas perdido.
