Cada poco tiempo se produce entre algún deportista (aficionado o profesional) algún caso de Muerte Súbita.
¿Qué es la Muerte Súbita? ¿CUÁLES PUEDEN SER LAS CAUSAS? ¿En qué grupos de población se da? ¿CÓMO EVITARLA O TRATARLA?
¿QUÉ ES?
Llamamos muerte súbita en el deportista a la ocurrida de forma inesperada durante la práctica deportiva de entrenamiento o en competición, durante la primera hora desde la pérdida de conciencia, ya sea en atletas aficionados o profesionales, con enfermedad cardiaca conocida o no.
¿CUÁLES PUEDEN SER SUS CAUSAS?
Un problema eléctrico en el corazón provoca la muerte súbita. Ocurre cuando el corazón empieza a latir peligrosamente rápido, haciendo que tiemble en lugar de bombear sangre al cuerpo y al cerebro.
Si no se trata, puede llevar a la muerte en minutos. Si tiene este riesgo, un desfibrilador implantable puede ser el tratamiento de elección para tratar los ritmos cardíacos peligrosamente rápidos y proporcionar protección continuada contra la muerte súbita.
La edad condiciona la prevalencia de la muerte súbita durante la actividad deportiva, y en los menores de 35 años el riesgo es excepcionalmente pequeño y se estima una incidencia de 1/200.000/año, mientras que en los mayores de 35 años el riesgo de sufrir una muerte súbita se estima en 1/18.000/año.
¿EN QUÉ GRUPOS DE PERSONAS PUEDE DARSE?
Entre las personas con un riesgo más alto de sufrir muerte súbita se incluyen aquéllos:
- Que han tenido un ataque cardíaco (infarto de miocardio)
- Que sufren un proceso de insuficiencia cardíaca (bombeo del corazón deficiente)
- Que han sobrevivido a una muerte súbita anterior
- Con antecedentes familiares de muerte súbita
- Con una fracción de eyección baja
La fracción de eyección, o el porcentaje de sangre que se bombea desde el corazón durante cada latido, es un indicador clave de un corazón saludable. Los médicos supervisan frecuentemente la fracción de eyección para determinar hasta qué punto su corazón funciona bien bombeando la sangre.
También puede darse el caso en deportistas (aficionados o profesionales) que por el consumo de sustancias químicas (esteroides…) puede incrementar el riesgo de fallo cardiaco o muerte súbita por la función sistólica del ventrículo izquierdo.
¿CÓMO EVITARLA O TRATARLA?
El método más eficaz para tratar la muerte súbita es la desfibrilación. Un desfibrilador consigue que el corazón recupere su ritmo normal. Los desfibriladores pueden ser externos, como los que llevan los equipos de emergencia, o se pueden implantar en su cuerpo para ofrecer una protección de larga duración.
Desfibriladores Externos:
Un desfibrilador externo mide la actividad eléctrica del corazón y libera una descarga terapéutica si se detecta un ritmo cardíaco peligrosamente rápido. La mayoría de los equipos de respuesta de emergencia o ambulancias llevan y usan desfibriladores externos y muchos lugares públicos ahora tienen desfibriladores externos. La meta es proporcionar acceso a la desfibrilación cuando sea necesario tan rápidamente como sea posible.
Desfibrilador Automático Implantable (DAI):
Un desfibrilador automático implantable (DAI) es un dispositivo pequeño implantado bajo la piel. Sirve para el mismo propósito que un desfibrilador externo, pero los DAI supervisan automáticamente su ritmo cardíaco y administran terapia según sea necesario para prevenir la muerte súbita.