Beber Líquidos con las Comidas: ¿bueno o malo?

A día de hoy, es raro no escuchar que no es bueno tomar líquidos durante las comidas, sino que se debería beber antes o después.

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Una vez en el estómago, la comida se mezcla con el jugo gástrico ácido, que lo descompone y produce un líquido espeso conocido como quimo. Finalmente se mueve hacia la primera parte del intestino delgado.
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En el intestino delgado, el quimo se mezcla con las enzimas digestivas del páncreas y el ácido biliar del hígado. Estos descomponen aún más el quimo, preparando cada nutriente para su absorción en el torrente sanguíneo.

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La mayoría de los nutrientes se absorben a medida que el quimo viaja a través del intestino delgado. Solo queda una pequeña porción para ser absorbida una vez que llega al colon.
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Una vez en el torrente sanguíneo, los nutrientes se envían a diferentes áreas del cuerpo. La digestión termina cuando los materiales sobrantes se excretan del colon a través del recto.
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Dependiendo de lo que coma, todo este proceso de digestión puede tomar de 24 a 72 horas.

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¿Los Líquidos causan problemas digestivos?

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No hay duda sobre los beneficios de tomar suficientes líquidos cada día. Sin embargo, algunos afirman que el momento es importante y que beberlos en las comidas es una mala idea.
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A continuación se presentan los tres argumentos más comunes utilizados para afirmar que los líquidos con las comidas son perjudiciales para la digestión.
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El alcohol y las bebidas ácidas afectan negativamente a la saliva

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Algunos sostienen que beber bebidas ácidas o alcohólicas con las comidas seca la saliva, lo que dificulta que el cuerpo digiera los alimentos.
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Esto tiene algo de verdad en ello.
El alcohol disminuye el flujo de saliva en 10 a 15% por unidad de alcohol. Sin embargo, esto se refiere principalmente al licor fuerte, no a las bajas concentraciones de alcohol en cerveza y vino.
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En lo que respecta a las bebidas ácidas, parecen aumentar la secreción de saliva.
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Por último, no hay pruebas científicas de que el alcohol o las bebidas ácidas, cuando se consumen con moderación, afecten negativamente la digestión o la absorción de nutrientes.
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Agua, ácido estomacal y enzimas digestivas

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Muchos afirman que beber agua con las comidas diluye el ácido estomacal y las enzimas digestivas, lo que dificulta que el cuerpo digiera los alimentos.
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Esta afirmación, sin embargo, implica que su sistema digestivo no puede adaptar sus secreciones a la consistencia de una comida, lo cual es falso.

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Líquidos y velocidad de digestión.

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Un tercer argumento popular contra el consumo de líquidos con las comidas indica que los líquidos aumentan la velocidad a la que los alimentos sólidos salen del estómago.
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Se cree que esto reduce el tiempo de contacto de la comida con el ácido del estómago y las enzimas digestivas, lo que resulta en una digestión más pobre.
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Por lógico que pueda parecer esta afirmación, ninguna investigación científica lo respalda.
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Un estudio que analizó la velocidad de vaciado del estómago observó que, aunque los líquidos pasan a través del sistema digestivo más rápidamente que los sólidos, no tienen ningún efecto sobre la velocidad de digestión de los sólidos.

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Temperatura del Líquido

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Se dice también que el agua fría solidificaría masas aceitosas y así también se dificultaría y enlentecería la digestión. Este dato aún está en estudio y sigue siendo un tema controversial.

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Lo que sí podemos asegurar es que se necesitan alrededor de 8 vasos de líquido al día y que sería mejor tomarlos antes de las comidas y entre ellas, para que el líquido ocupe ese espacio en el estómago y nos haga sentir saciedad, por lo que se disminuirá el consumo en cuanto a porciones de comidas.

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En algunos casos los líquidos pueden mejorar la digestión

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Los líquidos ayudan a descomponer grandes porciones de comida, lo que facilita que se deslicen por el esófago hacia el estómago.
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También ayudan a mover los alimentos sin problemas, previniendo la hinchazón y el estreñimiento.
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Además, tu estómago secreta agua, junto con ácido gástrico y enzimas digestivas, durante la digestión.

De hecho, esta agua es necesaria para promover la función adecuada de estas enzimas.

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El agua puede reducir el apetito y la ingesta de calorías

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Beber agua con las comidas también puede ayudarte a hacer una pausa entre las picaduras, dándote un momento para verificar tus señales de hambre y plenitud. Esto puede evitar comer en exceso, e incluso puede ayudar a perder peso.
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Además, un estudio de 12 semanas mostró que los participantes que bebieron 17 oz (500 ml) de agua antes de cada comida perdieron 4.4 lbs (2 kg) más que los que no.
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También muestra que el agua potable puede acelerar su metabolismo en aproximadamente 24 cal por cada 500 ml que consume.

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Curiosamente, la cantidad de calorías quemadas disminuyó cuando el agua se calentó a la temperatura corporal. Esto podría deberse al hecho de que su cuerpo utiliza más energía para llevar el agua fría a la temperatura corporal.
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Sin embargo, las observaciones sobre los efectos del agua en el metabolismo no son universales y son menores.

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Es importante tener en cuenta que esto se aplica principalmente al agua y no a las bebidas que contienen calorías. En un estudio, la ingesta total de calorías fue 8-15% mayor cuando las personas bebían bebidas azucaradas, leche o jugo con las comidas.

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Algunas personas no deben beber líquidos con las comidas

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Para la mayoría de las personas, beber líquidos con las comidas es poco probable que afecte negativamente a la digestión.
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Dicho esto, si sufres de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), los líquidos con las comidas pueden no ser para ti.
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Esto se debe a que los líquidos agregan volumen al estómago. A su vez puede aumentar la presión del estómago, de manera similar a como lo haría una comida grande. Esto puede llevar a reflujo ácido para las personas que tienen ERGE.

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Se reduce a la elección personal

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Cuando se trata de beber líquidos con las comidas, basa tu decisión en lo que te sienta mejor.
Como en otros temas controversiales, la recomendación es muy personal, según la experiencia de cada persona. Si sientes alguna diferencia al tomar líquidos durante las comidas y sientes que tu digestión empeora y es más lenta, intenta tomar líquidos con al menos 30 minutos de diferencia de tiempo entre el último vaso de agua y la comida. Además, generarás mayor saciedad.

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Si el consumo de líquidos con las comidas es doloroso, te deja con sensación de hinchazón o empeora tu reflujo gástrico, consume líquidos antes o entre las comidas.
De lo contrario, no hay evidencia de que debas evitar beber con las comidas.
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Las bebidas que se consumen justo antes o durante las comidas pueden promover una digestión suave. Además de llevar a una hidratación óptima y hacer que te sientas más lleno.

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ARTÍCULO ESCRITO POR: Alina Petre, MS, RD (CA) 

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