Por si no sabíais, no todos los tipos de grasas son iguales. De hecho, existen 3 tipos diferentes, y cada una de ellas se «aposenta» en tu cuerpo de diferente manera. Además, cuando estás perdiendo peso, solo un cierto tipo de grasa es aprovechada significativamente. ¿Qué tipo de grasa es más peligrosa, y cuál es más fácil de perder? Vamos a verlo…
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No es necesario decir que cada cuerpo es distinto y esta no es la excepción. Por ello te proporcionamos una guía que te permitirá conocer la composición de las distintas grasas y algunos consejos para perderla de una vez por todas.
Descubramos cuál es el tipo de grasa más peligrosa, y cuál más fácil de perder.
Fundamentos básicos de la grasa corporal
1. Tipos de grasa corporal
Es esencial saber que los tipos principales de grasa en tu organismo son 2: la grasa blanca y la marrón, aunque algunos científicos afirman la existencia de un tercer tipo, la beige.
1.1 Grasa blanca
Otra manera de llamarla es tejido adiposo blanco. Es el tipo de grasa en el que todo el mundo piensa cuando hablamos de grasa corporal.
En simples palabras, es la grasa de almacenamiento que se genera cuando una persona come calorías en exceso. Ese extra de energía se introduce a tu cuerpo y a tus células adiposas blancas para luego ser acumulada como un lípido.
Lo malo es que cuántas más calorías consumas en exceso, esas células adiposas crecerán en tamaño y cantidad, lo que provoca la subida de peso.
1.2 Grasa marrón
El tejido adiposo marrón es un tipo de grasa que se activa a través del frío. La función que cumple es quemar energía (calorías) para la generación de calor, lo que facilita el mantenimiento de la temperatura corporal.
La grasa marrón se localiza alrededor de los órganos, las arterias principales y venas, aunque también la puedes encontrar en lugares como el cuello, las axilas y el abdomen.
Por lo general, las personas más delgadas son las que poseen mayor cantidad de grasas marrones.
1.3 Grasa beige
Al igual que el tipo anterior, la grasa beige es conocida por sus beneficios para la salud. Este tipo en particular se encuentra debajo de tu piel dispersa en pequeños depósitos cerca de la clavícula y de la espina dorsal. Además, también tiene la capacidad de quemar calorías.
Aunque se necesitan más estudios al respecto, algunas personas afirman que la grasa blanca puede transformarse en marrón o beige a través de la acción de las hormonas liberadas durante una sesión de entrenamiento o de estrés extremo.
2. Otros términos para la palabra “grasa”
2.1 Grasa subcutánea
Cuando hablamos de grasa subcutánea nos referimos a aquella que puedes “palpar”; es decir, es visible y notable al tacto. Su composición está basada en una combinación de grasa blanca, marrón y beige. Puedes identificarla fácilmente debajo de la piel, ya que actúa como aislante y fuente de energía.
Dentro de sus beneficios está la producción de moléculas como la hormona leptina, la cual se encarga de mandar señales a tu cerebro para inhibir el apetito. Por otro lado, la hormona adiponectina también se produce por este tipo de grasa, la cual ayuda a tu cuerpo a mejorar su sensibilidad ante la insulina y lo protege de contraer diabetes tipo 2.
2.2 Grasa visceral
La grasa visceral puede ser identificada alrededor de tus órganos, en la profundidad de tu abdomen y alrededor de las arterias y las venas. Es la más evidente de todas y está relacionada con la resistencia a la insulina, la alta presión arterial y altos niveles de colesterol, al igual que con los problemas cardíacos, la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
2.3 Grasa esencial
Como su nombre demuestra, la grasa esencial es indispensable para tu salud y el funcionamiento normal del cuerpo. Los expertos no la consideran una grasa de almacenamiento, ya que regula el control de las hormonas de fertilidad, la absorción de vitaminas y la temperatura corporal.
Su ubicación se distribuye en distintos órganos como el corazón, el hígado, los riñones, intestinos, músculos y tejidos ricos en lípidos a través del sistema central nervioso.
Los parámetros generales indican que un hombre adulto debería tener de 2% a un 5% de grasa esencial, mientras que las mujeres un 10% a 13%.
Cómo perder grasa corporal
Para crear un cambio significativo, debes saber que aproximadamente 500 gramos (gr o g) de grasa equivalen a 3.500 calorías. Por lo tanto, deberías quemar esa cantidad de calorías por cada kilogramo que deseas no volver a ver.
Una estrategia saludable y sostenible es recortar alrededor de 500 a 1.000 calorías en tu dieta, con eso podrás perder potencialmente 1 o 2 kg semanales.
Cuando cambias tus hábitos y quemas más calorías de lo que consumes, tu cuerpo recurre a esos centros de acumulación para obtener energía. Luego, la grasa es desechada de tu cuerpo a través de la orina, el sudor o mediante monóxido de carbono por tus pulmones.
Otro punto importante a tener en cuenta es el ejercicio, porque la actividad física hará que los músculos obtengan energía de las fuentes de glucógeno. Además, si haces ejercicios de cardio, quemarás rápidamente esa grasa no deseada. También es muy recomendable la práctica de entrenamientos de fuerza, ya que la construcción de masa muscular ayuda a la quema de calorías.
Conclusión
Cuando te sientas desmotivado por no perder peso, recuerda que para cada tipo de grasa existen diferentes estrategias para reducirlas. Consulta con tu nutricionista y entrenador para generar un plan diseñado a tu medida, de esta manera podrás atacar cada una de las grasas directamente.
Referencias
- Christine, M. Why the Most Dangerous Type of Fat Is Also the Easiest to Lose. Para Livestrong.