Extreñimiento: Causas y Remedios

Las causas más habituales pueden ser dos:

  • «Pereza» del intestino grueso: el tubo se contrae un poco y las sales progresan de forma lenta;
  • «Desecación» de las sales: la pared del colon tiene, entre otras funciones, la de reabsorber el agua presente en las materias fecales. En caso de ausencia de hidratación regular y suficiente, esta reabsorción de agua puede conducir a la formación de heces duras y secas, lo cual dificulta su expulsión.
  • Ocasionalmente se puede deber a un cambio de los hábitos cotidianos (un viaje al extranjero, la modificación del régimen alimenticio, estrés) o incluso el hecho de “aguantarse”.
  • Puede ser síntoma de una enfermedad más grave que podamos tener.
  • Cuando llevamos un estilo de vida poco saludable (falta de ejercicio físico, poca bebida, una alimentación desequilibrada…). Sin embargo, ciertos medicamentos (para el Parkinson, la depresión, la hipertensión, para enfermedades cardíacas, etc) también pueden favorecer un estreñimiento a largo plazo.

ALIMENTOS QUE DEBEMOS EVITAR:

No hay ningún producto totalmente prohibido, aunque debemos consumir algunos con moderación, entre ellos los platos ricos en grasas o muy picantes. El consumo de alimentos feculentos y harinosos (patatas, arroz…) debe limitarse. En caso de gases dolorosos, debes evitar cualquier alimento con tendencia a fermentarse, como las judías blancas, las coles o las lentejas.

ALIMENTOS QUE FAVORECEN EL YRÁNSITO INTESTINAL:

Básicamente los productos ricos en fibra, como las judías verdes, la lechuga, la fruta, los frutos secos, los cereales o el pan integral. La fibra retiene el agua, aumenta el volumen de las sales y acelera el tránsito. Además, estimulan las contracciones del intestino. Un consejo: no peles la fruta ni la verdura, pues es precisamente en la piel donde hay más cantidad de fibra. Pero cuidado, no caigas en el extremo y aumentes de golpe tu aportación de fibra, pues te arriesgas a sufrir gases y flatulencias.

CÓMO PREVENIR EL ESTREÑIMIENTO COTIDIANO:

  • Bebe entre 1,5 y 2 litros de líquidos (agua, té, zumo de frutas) al día
  • Lucha contra la inactividad; camina y practica ejercicios que estimulen la cintura abdominal
  • Come siguiendo un horario regular
  • Evita comer en un periquete; tómate tu tiempo en la mesa
  • No te descuides de ir al baño para limitar las condiciones de estrés
  • No te aguantes nunca

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