Que gran controversia… y nos podremos encontrar con infinidad de artículos muy interesantes, los cuales defienden (cada uno de ellos) un momento u otro como el mas adecuado para realizar nuestros ejercicios de estiramientos en nuestras sesiones de entrenamiento.
Cada momento (antes, durante y después) tiene su finalidad, y en éste artículo veremos las razones del por qué en cada uno de ellos.
Antes de pasar a desarrollar el artículo, debemos de tener claros dos conceptos que pueden dar lugar a confusión: término ESTIRAMIENTO siempre se asocia a FLEXIBILIDAD. Los estiramientos son los ejercicios que se realizan para desarrollar la flexibilidad. Debemos entender la flexibilidad como un concepto integrador, la unión entre movilidad articular y elasticidad muscular.
Estirar en el CALENTAMIENTO: Gracias a los estiramientos podemos mantener los músculos flexibles, y prepararlos para el movimiento.
En éste momento, con los estiramientos, lo que hacemos es preparar a la articulación para poder luego realizar recorridos amplios durante la ejecución de nuestros ejercicios, evitando lesiones comunes posteriores durante el desarrollo de la rutina, como por ejemplo tirones musculares, torceduras, tendinitis, molestias en las articulaciones, etc…. Otro punto positivo de los estiramientos es la mejora de la coordinación de movimientos.
Vemos a menudo a gente estirando en frío, antes de comenzar su sesión de carrera, musculación, etc… ¿es correcto? NO, ya que podríamos provocar una rotura fibrilar, además de que podría reducir nuestro rendimiento durante el entrenamiento o competición.
Para poder realizar estiramientos antes de nuestra sesión de entrenamiento, es muy importante que nuestros músculos estén a una temperatura adecuada y con cierta adaptación previa (movilidad articular, carrera o aeróbico en cardiovasculares muy suave, etc).
Estirar DURANTE los entrenamientos (entre series dentro de una sesión de musculación por ejemplo), podrá ayudarnos a relajar nuestros músculos, y aunque aún existe el mito de que no ayudaría al «crecimiento muscular», cuando realizamos una serie con cargas de peso, nuestros músculos sufren microroturas además de haber un gran cúmulo de sangre… en un principio, éste momento sería bueno para estiramientos ya que el músculo es menos viscoso y facilitará los ejercicios de extensión, pero no hay que pasarse elongando el músculo. Entre serie y serie se debe descansar, y de realizar un ejercicio de estiramiento, realizarlo de forma suave, no siendo intenso ya que no se dejaría recuperar bien al músculo, por lo que lo cansaría y «desgarraría» aún más (a pequeña escala, claro). POR TANTO, SI ESTIRAMOS ENTRE SERIES, DEBERÁ DE SER A BAJA INTENSIDAD.
¿Y después del entrenamiento? Sin duda alguna, aquí los estiramientos tienen cabida, siendo el objetivo facilitar la recuperación muscular y articular, así como sería conveniente incidir en el trabajo de flexibilidad, ya que previene el endurecimiento muscular, y ésta se opone al trabajo de fuerza, entre otras razones.
Nos ayudará a reducir la tensión muscular y relajar el cuerpo, además de mejorar y agilizar la circulación, y la oxigenación del músculo, por lo tanto su recuperación.
Los estiramientos no solo se deben efectuar de cara a una rutina de entrenamiento, sino que son herramientas muy útiles para mantener una buena flexibilidad. Ésta debe ser trabajada a lo largo de la semana, dedicando alguna sesión especial con las condiciones adecuadas.