¿Engorda más un Tinto de Verano o una Cerveza?

¿Engorda más un Tinto de Verano o una Cerveza? En verano y más aún estando de vacaciones hay que disfrutar, salir al chiringuito y pasarlo bien, pero mejor con cabeza que sin ella ¿no os parece? Veamos qué nos comenta la nutricionista Terica Uriol, donde cogemos lo que vemos mejor de cada una de sus opiniones.

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Metidos de lleno en el verano, aquellos que luchan por tener sus kilos a raya, se encuentran cada día ante mil tentaciones: Pescaíto frito, paella, aperitivos infinitos, cervezas, helados… y todo así. ¿Alguien conoce algún chiringuito cuya tapa estrella sean las judías verdes (por muy ricas que estén)? No. ¿Significa eso que en vacaciones tenemos que quedarnos en casa comiendo menestra? Tampoco.

La nutricionista Uriol ofrece algunas claves para pasarlo bien pero con cabeza, y nosotros desde este blog queremos compartir con todos.

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«El verano no es para adelgazar. Con no engordar, nos podemos dar con un canto en los dientes»

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Estamos en un chiringuito y nos apetece tomar algo con alcohol, ¿qué elegimos: vino o cerveza?

Lo ideal es no tomar alcohol, eso ya lo sabemos, pero en una dieta acabamos hartos de tanta Coca-Cola Light y no hay nada como prohibirnos algo para desearlo más. Piensa en si te tomas solo una cerveza y si viene sola, ¿a que no? Solemos tomar varias y casi siempre picamos algo graso con ellas. Esta combinación es fatal. A la larga tomas mucho alcohol y ojo, es cebada, un cereal, que tiene un índice glucémico alto. Pasa rápido a la sangre y su efecto desaparece rápido también. Enseguida te apetece beber y comer más.

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¿Con el vino eso no sucede?

No, porque aunque tenga calorías similares, pasa más lentamente a la sangre y se elimina más despacio. Quita las ganas de comer y siempre tomamos menos cantidad. Además, si lo combinas con una gaseosa en un tinto de verano, es ideal, porque sacia. Ahora hay además refrescos ‘zero’ de limón y naranja para no aburrirnos de los mismos sabores.

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Usted dice que ese tinto de verano, mejor del que no está preparado…

Claro, porque esos sí tienen azúcares. Lo ideal es hacerlos con vino y gaseosas o refrescos ‘zero’, y ponerles mucho hielo y unas rodajitas de limón.

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Más difícil todavía. Queremos tomar paella en el chiringuito…

Si te quieres cuidar tienes que evitar las grasas porque si no, van al tejido adiposo, es decir, al michelín. En una paella se combina hidrato y grasa, y eso es lo que más engorda. Si tú no sabes cómo cocinan en un restaurante, lo mejor es que evites pedir arroz, pasta, pan y patatas.

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O sea, que adiós paella.

Puedes pedirla un día a la semana y luego compensas por la noche cenando solo fibra: verdura, ensalada o fruta. En este caso, cuanta más agua tengan mejor, porque llenan más. Hablo de melón, sandía, piña, pera… Y si es la cena lo que haces ‘libre’, al día siguiente toca desayunar ligero. Es imposible que si has comido copiosamente, llegues a la cena con un hambre atroz. Tenemos que escuchar al cuerpo.

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Seguimos. Los helados son una tentación, ¿podemos?

Un helado engorda cinco veces más que un polo de hielo. Por eso son mucho más recomendables, junto con los sorbetes, los granizados y los ‘flashes’. Tienen azúcar, pero el 90% es agua. Cuando te comes un helado, como no tiene agua, te da muchísima sed.

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Usted censura la grasa, pero todos los alimentos con grasa suelen estar muy ricos.

Si quieres adelgazar tienes que comer sin grasas saturadas ni azúcares para que el cuerpo coja de tus reservas.

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Siempre dicen que tenemos que beber agua cuando hacemos dieta. ¿Es así?

Sí, y más en verano, porque sudamos más. A veces, la gente no se da cuenta, pero confundimos el hambre con la sed. No escuchamos bien a nuestro cuerpo. Por eso, antes de comer o cenar yo recomiendo tomar uno o dos vasos de agua y de primeros platos, gazpachos, ensaladas, verduras… Nuestro cuerpo pide agua y no se la damos.

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En los segundos llega el lío.

Pero hay muchas opciones. No elijas fritos, rebozados ni empanados. Tienes espetos de sardinas, boquerones en vinagre, ceviches, tartares de lo que sea… Y si es posible, comidas templadas o frías, que te hacen quemar más en la digestión. Otras posibilidades estupendas que son distintas a lo que solemos tomar en casa y que le dan ese toque festivo que buscamos en vacaciones son los pescados a la plancha, mariscos, mejillones, una carne a la piedra…

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Pero las grasas son necesarias.

Por supuesto. La grasa buena es necesaria para las hormonas, la piel, el pelo… Pero si te sobra grasa y quieres adelgazar, tienes que eliminar la grasa saturada de la dieta para que tu cuerpo coja de tus reservas. Luego, en el mantenimiento, se reintroducen. Por supuesto, las grasas saludables como la del aguacate o los frutos secos, no significa que no engorden, así que deberemos tener cuidado con ellas también, aunque dependerá mucho del tipo de dieta que se siga.

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¿Y el EJERCICIO?

El verano es una buena época para movernos más. El resto del año podemos poner la excusa de que no tenemos tiempo, pero si estamos de vacaciones y ya no estamos sentados frente al ordenador, es momento de caminar por la playa, ir al súper andando, etc.

POR SUPUESTO, desde LUIS EP recomendamos la actividad física constante y de forma asidua, tanto por salud y bienestar como por mantener las grasas a raya y mantener nuestros cuerpos a tono.