Un estudio realizado en Reino Unido comprueba los peligros del Azúcar y Fructosa: perjudiciales para el sistema inmune y su correcto funcionamiento.
El sistema inmune es una estructura complejo del organismo, compuesta por órganos, células y tejidos que necesitan establecer una sinergia entre sí para un correcto funcionamiento. Así, existen diferentes factores que influyen en la acción del sistema inmune.
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Además, el funcionamiento del sistema inmune tiene un componente innato hereditario que le permite hacer frente a virus, bacterias y otras enfermedades para proteger el organismo. No obstante, a través de diferentes hábitos de vida también es posible potenciar el funcionamiento de esta estructura.
Si bien, también existen una serie de hábitos que pueden ser altamente perjudiciales para el sistema inmune, reduciendo su capacidad de eficacia como sistema protector del organismo frente a agentes externos.
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Azúcar y Fructosa: perjudiciales para el sistema inmune
Científicos de Swansea, en colaboración con científicos de la Universidad de Bristol y el Instituto Francis Crick en Londres (Reino Unido), aseguran que una dieta rica en azúcares y fructosa puede perjudicar seriamente el sistema inmune.
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La fructosa es un micronutriente que se encuentra habitualmente en bebidas azucaradas, dulces y alimentos procesados. Así, se utiliza ampliamente en la producción de alimentos y su ingesta está vinculada con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
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No obstante, hasta el momento, la comprensión del impacto de la fructosa en el sistema inmune de las personas ha sido limitada. Por ello, este nuevo estudio realizado en Reino Unido ha constatado que la fructosa provoca que el sistema inmune se inflame, produciendo moléculas más reactivas que están relacionadas con dicha inflamación.
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Una inflamación de este aspecto puede dañar las células y tejidos, de modo que los órganos y sistemas del cuerpo encuentren dificultades a la hora de funcionar correctamente; además de suponer un riesgo en la aparición de diferentes enfermedades.
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Del mismo modo, este amplio trabajo de investigación proporciona una mejor explicación sobre como podría influir la fructosa en la diabetes y la obesidad; puesto que la inflamación de bajo nivel a menudo se asocia con la obesidad.
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Por otra parte, cabe destacar que dicho estudio se basa en el creciente cuerpo de evidencia disponible para los formuladores de políticas de salud pública sobre los efectos dañinos del consumo de altos niveles de fructosa.
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«La investigación de diferentes componentes de nuestra dieta puede ayudarnos a comprender qué podría contribuir a la inflamación y la enfermedad y qué podría aprovecharse mejor para mejorar la salud y el bienestar», concluyen los investigadores.
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Hábitos que perjudican al sistema inmune
Existen determinados hábitos que perjudican el funcionamiento del sistema inmune. Entre los aspectos más destacados resalta una alimentación poco saludable, llevar a cabo un estilo de vida sedentario, no dormir las horas de sueño recomendado o estar sometidos a una alta situación de estrés. La presencia de determinadas enfermedades también influyen negativamente al funcionamiento del sistema inmunitario.
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Especialistas como el doctor Carlos E. Rodríguez Jiménez explican que «el deporte, que no significa un deporte de élite, pero sí actividad física periódica simple, nos ayuda a mejorar la captación de oxígeno, responsable de que todas las células, todos los intersticios celulares estén mejor oxigenados, a la par que acelera los recambios celulares en cualquier órgano, no digamos del pulmón, que se enriquece con oxígeno que llega a través de la sangre».
