A pesar de los obstáculos que se nos hayan puesto por delante de nosotros, no hay mayor satisfacción que el hecho de saber que el camino recorrido puede valer todo lo vivido.
Todo es posible en la medida que tu creas que es posible. Tan solo debes sacar la fuerza de tu interior y trabajar hasta lograr lo que te propongas..
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Cuando me encuentro con personas que se han implicado y comprometido a trabajar consigo mismas, me cuentan que no les ha sido tan fácil ni cómodo.
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Les suelo preguntar «¿y qué esperabas?». A lo que me responden que «una rápida mejoría». Ojalá fuese todo mas sencillo ¿verdad? Esto solo podemos saberlo aquellos que llevamos años trabajando para y por nosotros, sea cual sea nuestro reto. En mi caso personal por ejemplo, ha sido el culto al cuerpo, el ejercicio y la actividad física, el aprendizaje y formación, la salud y el amor…
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Cuando nos imaginamos todo el trabajo que conlleva para poder alcanzar nuestros objetivos, solo pensamos en los resultados, en los logros y en las consecuencias, pero no en el proceso. Pensamos en una nueva casa lista para entrar a vivir, pero no en lo que antes de adentrarnos en ella deberemos (o deberán) construirla desde los cimientos hasta el tejado.
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Es común tratar de “LUCHADORES” a quienes han tomado la decisión de dedicar su energía a hacer un trabajo concreto y previo a ver el resultado.
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Como le dijo el zorro al Principito: tomamos la decisión de comenzar a ver con los ojos del corazón. Y cuando, poco a poco, lo logramos, ya todo se ve diferente. Pero para llegar a bajar de la cabeza al corazón, se requiere de un TRABAJO previo. Y ese trabajo puede no ser cómodo, pudiendo activarnos todos los miedos dormidos. Pero cuando la luz llega, se agradece el camino recorrido.
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Si hacemos el camino de forma honesta, con esfuerzo y sacrificio, al principio podremos ver varios finales. Incluso caérsenos muros encima y con ellos nuestros sueños, metas u objetivos importantes para nosotros. Pero, si seguimos en la lucha con trabajo y esfuerzo, y una mente totalmente positiva, iremos viendo poco a poco los resultados de tal trabajo, valorando sin dudar en que el camino recorrido valió todo lo vivido.
