Por lo general, un Hígado Graso (Esteatosis) se le suele asociar con el alcoholismo, pero sin embargo puede ser causa de un estilo de vida no saludable (mala alimentación, rica en grasas y azúcares), e incluso con DIETAS HIPERPROTEICAS (altas en proteínas). Con el paso del tiempo, nuestro hígado va almacenando, a modo de almacén, los triglicéridos y ácidos grasos, lo que puede afectar al funcionamiento general de este órgano tan esencial.
Los síntomas que podemos percibir o sentir son un dolor abdominal agudo, fatiga crónica, sensación de pesadez, y cierto malestar general. Cualquiera de éstos síntomas puede confundirnos con otras afecciones, aunque por otro lado podemos NO sentir nada, lo cual lo convierte en un padecimiento de bastante riesgo.
POR TANTO, es importante conocer qué causa un hígado graso para así evitar esos depósitos de grasa y estar saludables. No existe una dieta concreta para evitar éste mal, pero sí debemos saber que con una correcta alimentación, evitando ciertos alimentos (ricos en grasas saturadas y azúcares sobre todo), sin excedernos en proteínas, y además realizando ejercicio físico, nos ayudarán a reducir la cantidad de grasa en nuestro hígado.
Algunas recomendaciones que puedan contribuir a disminuir las probabilidades de padecer la esteatosis (hígado graso), en especial aquellas recomendaciones alimenticias, ya que son el principal componente para evitar la aparición del ya mencionado mal. Algunas de estas recomendaciones son:
• Evitar al máximo el consumo de alimentos con altos contenidos grasos como las frituras, grasas animales, etc.
• Recomendable consumir buenas cantidades de fruta y cereales diariamente, pues esto contribuirá a nivelar los niveles grasos en el cuerpo.
• Recomendable consumir suplementos ricos en vitaminas como la A, C y E, y en elementos como el Selenio, pues así se evitará una rápida degeneración celular.
• Es bueno consumir limón, pues su acción purificadora eliminará las toxinas de la sangre evitando así la oxidación de nuestro hígado.
• Recomendable adecuar a nuestras dietas bebidas como los tés y las infusiones, pues éstas ayudan sobresalientemente a disminuir las probabilidades de padecer este mal, gracias a sus enormes cantidades de antioxidantes.
• Recomendariamos ampliamente el consumo de jugo de pepino, el cual tiene un poderoso poder desintoxicante en el organismo, ayudando al funcionamiento adecuado de nuestro hígado. Es altamente alcalinizante, refrescante, y de muy buen sabor.
Y ya por último, un recordatorio: Mientras más calorías quememos, más rápido se recuperará nuestro hígado, por lo que seguir una CORRECTA ALIMENTACIÓN y realizar EJERCICIO FÍSICO, serán nuestra «salvación».