Hoy estás corriendo fenomenal, hace buen día, llevas la respiración bien acompasada, las piernas no te duelen nada, e incluso te vas a atrever a superar a tu compañero de carrera. Él es mejor que tú pero hoy te sientes más fuerte, aprietas un poquito, alargas la zancada y… ¡flato! ¡Maldito pinchazo!
1. ¿Cómo se origina?
El origen de este dolor que todos hemos experimentado alguna vez está en el músculo diafragma, entre el abdomen y el pecho.
El diafragma se contrae hacia abajo en la inspiración y lo hace hacia arriba cuando echamos el aire y parece que hay dos teorías acerca del dolor:
– Los ligamentos que unen el estómago al diafragma tiran hacia abajo con los movimientos y oscilaciones de la carrera, poreso suele darse flato cuando corremos cuesta abajo, muy rápido, y por ello en nadadores y ciclistas, que se mueven con más suavidad, se producen menos dolores de flato.
Esto explica el hecho de que ocurra con más frecuencia cuando hemos comido o bebido recientemente, ya que estos ligamentos han de soportar más peso y tiran con más fuerza del diafragma.
– Otra teoría afirma que el flujo sanguíneo disminuye en el diafragma para dirigirse a los músculos de las piernas y al estómago. Cuando comes o tomas alguna bebida aumentas al flujo al estómago para digerir los alimentos y la disminución de riego en el diafragma hace que te duela.
2. Consejos para combatirlo
– Cuando corras cuesta abajo intenta que no se produzcan movimientos muy bruscos, que la zancada sea suave, ya que cuanto más fuerte contactes con el suelo en cada paso tanto más estarás tirando de los ligamentos que soportan el estómago.
– Si vas a correr rápido deja al menos dos o tres horas después de la comida.
– Bebe a sorbos pequeños mejor que dar grandes tragos.
– Si te da flato tensa con fuerza la musculatura abdominal, poniendo duro el abdomen.
– Presiona con la mano la zona en la que localices el dolor y flexiona el tronco ligeramente hacia delante, esto aliviará la tensión de la región abdominal.