Hoy vamos con una receta deliciosa, nutritiva y perfecta para preparar varios tuppers de una vez, y y así tener para varios días de nuestro rico Guiso de Pollo con Garbanzos y Calabaza.
Tiempo de preparación: 15-20 minutos
Tiempo de cocción: 30-40 minutos
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INGREDIENTES
Pechuga de pollo (cortada en dados o tiras)
Garbanzos cocidos (escurridos, de bote)
Calabaza (pelada y cortada en dados medianos)
½ cebolla (picada fina)
1 diente de ajo (picado fino o laminado)
Zanahoria (picada fina o en rodajitas)
1 cucharadita de pimentón dulce (el tip secreto)
½ cucharadita de comino en polvo (imprescindible para el sabor)
Caldo de pollo o agua (unos 200-250 ml)
Aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal y pimienta negra al gusto.
Perejil fresco picado (para decorar al final, opcional pero recomendado)
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PREPARACIÓN
Preparar las verduras: Pica finamente la cebolla, el ajo y la zanahoria. Pela la calabaza y córtala en dados de unos 2-3 cm.
Sofreír la base: En una cazuela o sartén honda, pon un poco de AOVE (un chorrito). Sofríe la cebolla y la zanahoria a fuego medio-bajo durante 5-7 minutos hasta que estén blandas. Añade el ajo y remueve un minuto más para que no se queme.
El toque mágico del pimentón: Baja el fuego al mínimo y añade la cucharadita de pimentón dulce y el comino. Remuévelo muy rápido con las verduras durante solo 20-30 segundos. Esto hará que el pimentón libere todo su aroma sin quemarse, que amargaría el guiso.
Dorar el pollo: Sube el fuego a medio-alto y añade los dados de pollo. Sella y dora por todos los lados durante 2-3 minutos.
Guisar: Incorpora los dados de calabaza y los garbanzos escurridos. Remueve todo para que se impregne del sofrito.
Vierte el caldo o agua hasta casi cubrir todos los ingredientes.
Sazona con sal y pimienta al gusto.
Lleva a ebullición, luego tapa la cazuela y deja cocinar a fuego bajo durante 20-25 minutos, o hasta que la calabaza esté muy tierna y el pollo perfectly cooked.
Textura final: Si prefieres el caldo más espeso, puedes aplastar unos daditos de calabaza contra la pared de la cazuela con un tenedor. Se desharán y actuarán como espesante natural, dando una textura cremosa al guiso.
Servir: Apaga el fuego, espolvorea con perejil fresco picado y deja reposar un par de minutos antes de servir.
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OPCIONES
Si no te gusta la calabaza (que os adelantamos que no notaréis su sabor), o no dais con ella, os dejamos tres alternativas:
– Calabacín y Pimiento Rojo
Esta es la sustitución más directa y rápida.
1 Calabacín mediano (unos 200g) en dados + ½ Pimiento Rojo en trozos.
¿Cómo hacerlo? Sigue la receta original. Añade el pimiento rojo cuando echas la zanahoria y la cebolla. El calabacín, al ser más delicado, añádelo junto con los garbanzos y el caldo, para que no se deshaga por completo.
Resultado: Un guiso con más sabor y color, y una textura ligeramente más firme.
– Boniato (Batata)
Es la mejor opción para mantener el toque ligeramente dulce y la textura cremosa.
150g de Boniato (pelado y cortado en dados un poco más pequeños que la calabaza, ya que tarda un poco más en cocerse).
¿Cómo hacerlo? Añádelo en el mismo paso que la calabaza. Es posible que necesite 5-10 minutos más de cocción. Pincha con un cuchillo para comprobar que está tierno.
Resultado: Un guiso un poco más contundente, con un sabor delicioso y un aporte extra de carbohidratos de calidad.
– Berenjena
Ideal para dar una textura carnosa y absorber todos los sabores del guiso.
½ Berenjena mediana (unos 150-200g) cortada en dados. ¡Importante! Salpica los dados de berenjena con sal y déjalos en un colador 10-15 minutos. Enjuágalos y sécalos con papel de cocina. Esto elimina el amargor y evita que absorban demasiado aceite.
¿Cómo hacerlo? Saltéa los dados de berenjena ligeramente en la cazuela después de dorar el pollo y antes de añadir el líquido. Luego, prosigue con la receta.
Resultado: Un guiso con un sabor más intenso y una textura muy satisfactoria.
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