La dieta de la zona es un tipo de dieta que se está haciendo popular porque pretende cubrir las necesidades nutricionales de los macronutrientes.
Para llevarla a cabo, simplemente hay que aplicar un principio básico: consumir carbohidratos, proteínas y grasas en cada comida.
Se recomiendan 5 comidas diarias y el consumo se realiza de la siguiente manera: 40% carbohidratos, 30% proteínas y 30% grasas.
Las grasas deben ser principalmente saludables, es decir, monoinsaturadas y poliinsaturadas; y los carbohidratos mayoritariamente complejos, es decir, de absorción lenta.
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La Dieta de la Zona es un estilo de alimentación saludable diseñado por el Dr. Barry Sears y tiene en cuenta los requerimientos de nuestro organismo para gozar de buena salud.
La dieta de la zona no es una dieta, sino un concepto nutricional que se basa en equilibrar una comida para optimizar la respuesta hormonal durante las siguientes cinco horas y por tanto controlar los niveles de inflamación de tu cuerpo.
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Hacer la dieta de la Zona es muy fácil. Sólo tienes que combinar hidratos de carbono, proteínas y grasas en la proporción 40-30-30. Existen dos métodos de medida: el de los bloques y el visual. Es recomendable comenzar con el método de bloques para familiarizarse con las proporciones, seguir mejor la dieta y obtener mejores resultados.
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1- Divide el plato en 3 partes iguales y comienza poniendo en uno de los tercios la proteína, que será aproximadamente del tamaño y grosor de la palma de tu mano (sin los dedos). Esta medida es equivalente a unos 100 g para las mujeres y unos 150 g para los hombres (pesado en crudo). Esta proteína no tiene que ser proteína animal, pero tiene que ser rica en proteínas. Para los veganos equivale al tofu o productos de soja (imitación de carne). Para los vegetarianos, también puede incluir fuentes de proteínas ricas en lácteos y huevos, además de las fuentes vegetarianas de proteína.
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2- A continuación, llena los otros 2/3 del plato o el volumen de 2 puños de hidratos de carbono procedentes de ensalada y verduras, ya que son más ricos en antioxidantes y en general aportan menos glucosa. Podremos tomar una pieza de fruta de postre. Si eligiéramos pasta o arroz como hidrato de carbono, en lugar de verdura, sólo llenaríamos 1/3 del plato, o un puño, y el otro tercio del plato quedaría libre. En este caso ya no tomaríamos fruta.
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3- Finalmente añadimos la grasa (monoinsaturada) para aliñar nuestras verduras y ensaladas, y para cocinar las proteínas, principalmente en forma de aceite de oliva virgen extra. La cantidad aconsejada es una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra. Grasas buenas también son el guacamole o los frutos secos como las nueces.
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Ahora mira el reloj: si después de 3-4 horas no tienes hambre y sientes mayor concentración mental, es porque has estabilizado los niveles de azúcar en la sangre.
Para calcular qué debemos comer cada día, o lo que es lo mismo, cuál es nuestro número de bloques, se debe tener en cuenta el porcentaje de grasa corporal, de masa magra y la actividad física que realizamos entre otros factores.
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– Para la mayoría de mujeres serán 12 y para los hombres 15 bloques.
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– Realizar todos los días al menos 5 comidas: 3 principales y 2 tentempiés
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– Desayunar en la primera hora tras habernos despertado
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– No dejar pasar más de 3 – 4 horas entre cada comida
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– Beber entre 1,5 – 2 litros de agua al día
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– Dieta rica en Omega 3 y antioxidantes